miércoles, 18 de diciembre de 2013

 
Crean inhibidores de fibrosis para tratamiento de distrofia muscular
El académico señala que el método logra mejorar la fuerza muscular. No obstante, por ahora, no acaba con el problema genético.
Por Banyeliz Muñoz Alveal



La distrofia muscular corresponde a un grupo de enfermedades genéticas que causa debilidad y degeneración progresiva de los músculos, siendo la de “Duchenne”, la más dañina, pues empeora mucho más rápido que los otros tipos. Su principal característica es la debilidad en los músculos, la que se traduce en la incapacidad de movimiento en niños entre tres y cuatro años, debido a que las fibras musculares se empiezan a romper debido a una falla genética que determina la ausencia de la proteína “distrofina”.

Enrique Brandán, académico del Departamento de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica (UC), comenta que una de las características secundarias que tiene este tipo de distrofia en particular, es la aparición de “fibrosis”, que consiste en “la acumulación de tejido no funcional de tipo conectivo”. De esta forma, si se observa un músculo normal, se puede ver la fibra funcionando bien. En cambio, cuando se analiza el músculo de un paciente con distrofia, “se puede observar que las fibras son muy pequeñas y gran cantidad de material con tejido conectivo”.

Brandán señala que el tema es preocupante, porque afecta a uno de cada 3.000 niños, principalmente varones, dado que la proteína está codificada en los cromosomas sexuales. En cambio, la incidencia en mujeres es de una, en un millón. 

Para buscar una solución a la fibrosis, Brandán desde hace cuatro años viene desarrollando una investigación, en la que se han invertido unos 
US$ 800.000, aportados por diversas instituciones como el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef); Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt); Muscular Dystrophy Association (MDA), y del Centro de Envejecimiento y Regeneración (CARE Chile UC).

El científico está desarrollando una metodología que permitirá inhibir la fibrosis a través de dos vías: la primera, por la aplicación de un péptido vasoactivo -proteínas muy pequeñas-; y la segunda, por “extracto botánico de una planta de la India que, por antecedentes, sabíamos que tenía un poder antiinflamatorio”, detalla.

Destaca que ambos métodos -en proceso de patentamiento- han funcionado bien, pues han logrado reducir la fibrosis; el animal logra generar más fuerza y se moviliza de mejor forma. Ambos compuestos no tienen efectos secundarios, como por ejemplo, el corticoide que comúnmente se usa para tratar este mal, explica. 

Por ahora, están buscando financiamiento para pasar a la fase clínica de la investigación y probarla en humanos.
 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Médicos cubanos investigan tratamiento para la distrofia muscular

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Un equipo multidisciplinario de especialistas y médicos cubanos investigan un promisorio tratamiento con células madre para tratar pacientes aquejados de Distrofia Muscular de Duchenne.
Médicos cubanos investigan tratamiento para la distrofia muscular
Se trata de una progresiva enfermedad degenerativa hereditaria originada por una mutación genética que afecta solo a los varones e impide al organismo producir distrofina, una proteína en el interior de la membrana de las células musculares, cuyo déficit ocasiona discapacidad motora total.
A más largo plazo, este padecimiento acarrea fallas del sistema respiratorio y otros órganos vitales, que pueden comprometer la vida del paciente, señala un artículo del periódico Granma.
El doctor Omar López, jefe del Grupo de Enfermedades Raras del Hospital William Soler de La Habana, explicó al diario que un grupo de niños entre seis y nueve años son tratados con ese método terapéutico de la medicina regenerativa, lo cual convierte a Cuba en el país con mayor número de casos de Distrofia Muscular de Duchenne sometidos a este tratamiento.
Con un pronóstico evolutivo bien reservado, para esta dolencia no existía ninguna terapia efectiva, ni tampoco se disponía de reportes conocidos en la bibliografía médica internacional sobre el uso de células madre como tratamiento alternativo, señaló el periódico.
Tras aplicarles la terapia con células madre, los niños muestran una apreciable recuperación de sus funciones motoras, así como de su calidad de vida. Son más comunicativos y desinhibidos.
Según sus familiares, antes de inyectarles las células madre apenas podían levantarse del piso, no subían escaleras y les era imposible saltar o seguir detrás de una pelota.
El doctor López y el profesor Porfirio Hernández, del Instituto de Hematología e Inmunología, señalan la rápida recuperación de las funciones motoras, que en la mayoría de los pacientes tratados estaban muy deterioradas, y no demorarían mucho en quedar confinados a sillas de ruedas.
"Al tener la capacidad de regenerar tejidos dañados por enfermedades, traumas o envejecimiento, las células madre parece que logran mantener estable por un determinado tiempo la fuerza muscular perdida", aseveran ambos especialistas.
"Tenemos evidencias científicas para proseguir aplicando células madre en la terapia de tan complejo padecimiento, dada la franca mejoría observada en los nueve niños tratados, y la ausencia de efectos adversos en ellos", afirman los doctores.
Sin embargo, aclaran, esta rara dolencia sigue siendo todavía una enfermedad incurable, por lo cual son muy cautelosos en cuanto a dar un pronóstico evolutivo a más largo plazo, pues no sería ético y crearía falsas expectativas, cuando todavía falta mucho por investigar y comprobar.
La literatura plantea una tasa de prevalencia de este mal (número de enfermos en relación con el total de población) de 38 casos por cada millón de habitantes, de acuerdo con el doctor Hernández.

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TERAPIA CELULAR

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Terapia celular avanza en Cuba pese a la crisis

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Enzo Barriga se ejercita en su hogar de La Habana, como parte de la terapia celular contra la distrofia muscular que padece. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
Enzo Barriga se ejercita en su hogar de La Habana, como parte de la terapia celular contra la distrofia muscular que padece. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
LA HABANA, 30 nov 2013 (IPS) - “Mi hijo ganó independencia.  Puede bañarse y vestirse solo. Hace abdominales. Sube y baja algunos peldaños de escalera”, cuenta alentada Cecilia Hernández, madre de un niño de 12 años que sufre distrofia muscular de Duchenne  y que recibió un autotrasplante de células madre adultas, dentro de un ensayo clínico.
Enzo Barriga fue el primero de nueve pacientes infantiles en participar del estudio clínico que podría situar a Cuba entre los primeros países en encontrar una terapia efectiva para esta enfermedad incurable y progresiva.
Es la experiencia más reciente y publicitada de las fructíferas investigaciones con células madre adultas que se desarrollan en Cuba, y que ponen a prueba las capacidades científicas de un país de escasos recursos y con una honda y crónica crisis económica.
En esta isla caribeña, los servicios de salud, incluso los más avanzados, son gratuitos para sus casi 11,2 millones de habitantes. Dentro de las reformas del modelo socialista que rige el país, el sector sanitario fue reorganizado en 2010, con el fin de mejorar la atención y continuar los adelantos médicos que representan un importante activo en el desarrollo cubano.
En ese contexto, el Estado dedica a la salud más de 15 por ciento del producto interno bruto y mantiene el apoyo a estudios como los de terapia celular, que están todavía en fase de ensayo clínico, involucran a una veintena de hospitales y contabilizan casi 5.000 casos en menos de una década.
En el futuro, la terapia celular podría aportar también importantes recursos al país.
Como parte de las reformas económicas iniciadas en 2010, la cooperación médica internacional está dejando de ser gratuita “en donde sea posible”, y, a la vez, se intenta fortalecer la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos que ofrece a pacientes extranjeros atención paga en Cuba y en el exterior, a fin de aumentar los ingresos y hacer sostenibles los servicios que se presta gratuitamente a la población cubana.
Economistas consultados por IPS afirmaron que en 2012 los recursos obtenidos en ese rubro rondaron los 6.000 millones de dólares, en tanto la industria biotecnológica y farmacéutica espera elevar a 5.000 millones de dólares las exportaciones de vacunas, medicamentos y equipos médicos en los próximos cinco años.
Los especialistas que atienden a Barriga, encabezados por el pediatra Omar López, buscan en la medicina celular la terapia para una enfermedad genética causada por la escasez de una proteína denominada distrofina, responsable del buen funcionamiento de la contracción muscular.
Suele aparecer en niños de entre dos y seis años y provoca que los músculos se debiliten hasta que el paciente pierde capacidad para caminar y, posteriormente, tiene problemas respiratorios y cardiacos.
La portadora del gen anómalo es la mujer, que no padece la dolencia, pero la trasmite a sus hijos varones. Se estima que en el mundo afecta a entre 20 y 30 niños por cada 100.000 nacidos varones. La expectativa de vida es de 20 o 25 años.
“Hemos ido avanzando con mucha cautela. Comenzamos con Enzo hace poco más de un año como terapia compasiva. El chico ganó en funciones motoras y se detuvo el deterioro. Ampliamos el estudio a otros ocho niños, con los cuales ha habido una mejoría aún más evidente. No es la cura, pero eleva su calidad de vida”, explicó López a IPS.
A su juicio, los prometedores resultados podrían explicarse en que al tener la capacidad de regenerar tejidos dañados por enfermedades, traumas o envejecimiento, las células madre logran mantener estable por un determinado tiempo la fuerza muscular perdida.  “Pero en el futuro no sabemos qué va a pasar, ni si va a aumentar la expectativa de vida”, advirtió.
Este país se introdujo en este tipo de tratamientos en 2004, recuerda a IPS el hematólogo Porfirio Hernández, coordinador nacional del grupo cubano de Medicina Regenerativa y Terapia Celular.
Los ensayos se realizan fundamentalmente en tratamientos de enfermedades angiológicas, traumáticas y ortopédicas y en alteraciones de las encías. “Ha funcionado con buenos resultados en pacientes con fracturas óseas complejas, trastornos isquémicos de los miembros inferiores y periodontitis”, detalla.
Hernández puntualiza que en ningún caso se han utilizado células embrionarias, por razones científicas y de otra índole, incluidas las económicas. “Además de la oposición de orden ético, religioso, moral y político, hay que tener en cuenta los riesgos, porque un por ciento alto de estas células probadas en animales producen tumores”, explicó.
Las células madre adultas se obtienen de la médula ósea del propio paciente, a quien, para que salgan en mayor número a la periferia, se inocula previamente un factor estimulador de colonias de granulocitos. Este producto, muy costoso internacionalmente, se produce en Cuba con dos  nombres, Leucocim y Hebervital, “por suerte para todos”, comentó el especialista.
En la especialidad de periodontología los avances parecen ser prometedores. La odontóloga Amparo Pérez Borrego asegura que en los últimos cinco años 70 pacientes de periodontitis crónica tuvieron tratamiento celular y en todos los casos hubo resultados satisfactorios.
“Sabemos que esta terapia va a llegar algún día a ser solución para estos problemas. Estamos en camino”, señala Pérez a IPS.  La periodontitis es una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos de protección y sostén del diente. “Es un grave problema de salud y constituye la segunda causa de mortalidad dentaria”, indicó.
Las pioneras en el uso de células madre son la angiología y la ortopedia, afirma Aymara Baganet, experta en esta última especialidad y en traumatología. De 21 pacientes con más de tres años de tratamiento por afecciones del sistema osteo-articular, solo tres requirieron el uso de prótesis en la rodilla.
“En los 18 restantes, la evolución es satisfactoria, desapareció el dolor, tienen buena movilidad de articulación, trabajan y llevan una vida normal”, afirmó. También hubo prometedores resultados en el tratamiento de unos 300 pacientes aquejados de artrosis en rodilla.
Estos avances son alentadores para un país con alto nivel de envejecimiento. Baganet piensa que en la ortopedia falta menos que en otras disciplinas para pasar al sistema asistencial la aplicación de células madre adultas en la atención de dolencias comunes en adultos mayores.
En 2010, la población con 60 años o más pasó a representar 17,8 por ciento de los habitantes de la isla. Y para 2025 esta franja etaria subirá hasta 26 por ciento del total, mientras la edad promedio pasará de 38 a 44 años, con un elevado crecimiento absoluto de la cantidad de personas mayores de 80 años.
Otro país latinoamericano que muestra importantes avances en terapia celular es Brasil, con el cual Cuba mantiene relaciones de colaboración en este y otros campos de la esfera sanitaria.  Según Hernández, el intercambio científico en esta materia también existe con Japón y algunos países de Europa y otros de América Latina.