miércoles, 7 de marzo de 2012

LA PLACA

Hoy, cuando mamá me llevó al hospital para hacerme la placa, temblé como una nenita. 
No, ni grité ni lloré; me quedé mudo, pero temblaba; me temblaba todo el cuerpo; me temblaban hasta los dientes.
Estamos en el 2010. ¿No hay manera todavía de hacer una placa haciéndome sentir seguro, con algo que me sostenga?
Por la ventana del consultorio vi la placa de una espalda. Si era mi espalda, se veía chueca, para un costado, como si fuera un ñoqui, toda retorcida.
A lo mejor, no era la mía, podía ser otra espalda...
Por favor: ¡Servicio a la habitación! ¡Servicio al cuarto!  Bolsa de agua caliente para las manos. S.O.S agua caliente...

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